(Customer Relationship Management) funciona como una plataforma que centraliza y gestiona las interacciones con clientes y prospectos, ayudando a mejorar las ventas, el marketing y el servicio al cliente. Su funcionamiento se basa en los siguientes pasos:
Captura de Datos – Recoge información de clientes desde múltiples fuentes como formularios web, correos electrónicos, llamadas y redes sociales.
Almacenamiento Centralizado – Organiza y almacena todos los datos de los clientes en un solo lugar, facilitando su acceso y gestión.
Segmentación de Clientes – Clasifica a los clientes según su comportamiento, preferencias o etapa en el proceso de compra.
Automatización de Procesos – Permite automatizar tareas repetitivas como envío de correos, seguimientos y asignación de leads.
Gestión de Ventas – Ayuda a visualizar el embudo de ventas, gestionar oportunidades y cerrar más negocios.
Integración con otras Herramientas – Se conecta con herramientas como correos electrónicos, plataformas de marketing y ERP para optimizar la gestión.
Análisis y Reportes – Genera informes sobre el rendimiento de ventas, comportamiento del cliente y efectividad de las campañas.
Atención al Cliente – Facilita la resolución de consultas mediante un historial detallado de interacciones.
Acceso Móvil – Muchas plataformas CRM permiten gestionar clientes desde dispositivos móviles para mayor flexibilidad.
Optimización Continua – Gracias a la recopilación de datos y análisis, permite mejorar estrategias y procesos empresariales.
Un CRM ayuda a mejorar la relación con los clientes, optimizar el trabajo del equipo y aumentar la productividad del negocio.